EL ABUSO SEXUAL A MENORES

Psic. Andrés Caro Berta

 

En estos días se ha destapado un gran escándalo provocado por los abusos descubiertos, de sacerdotes católicos hacia niñas y niños, y también adolescentes.

 

El fenómeno, que no es nuevo, ha tomado relevancia porque se ha comprobado en distintas partes del mundo y ha salpicado la honestidad de los que deberían impartir valores cercanos a Dios, y a la propia Institución 

 

 

¿QUÉ ES EL ABUSO INFANTIL?

 

Para entender un poco más qué es el abuso infantil hagamos un pequeño repaso de la temática, buscando ir hacia lo más general para que pueda ser entendido por personas que pueden estar o estuvieron en situaciones como las que se difunden 

 

Hablamos de acoso infantil cuando el niño o niña es abordado de forma sistemática por un adulto, casi siempre cercano por parentesco, amistad, vecindad o en el caso de los sacerdotes, confianza de los mayores en ellos 

 

El acoso se transforma en abuso cuando se explicita el hostigamiento buscando un acercamiento con el menor que lleve a concretar vínculos sexuales que pueden ser verbales o incluir cualquier tipo de relación íntima 

 

Es tan pernicioso y violento dicho vínculo así haya una penetración o se trate de un abuso verbal donde el mayor busca excitarse y excitar a la víctima a través de propuestas concretas, todas apuntando a lo sexual 

 

¿QUIÉNES LO COMETEN? 

 

Habitualmente se da, como decía anteriormente, en los ámbitos más cercanos, es decir que es cometido por familiares del niño (padres, padrastros, tíos, abuelos, etc.), amigos o vecinos que tienen acceso al menor, y otras personas entre las que pueden encontrarse profesores, maestros, religiosos, entre tantos otros

 

 

 

Si bien es mayoritario el que sean varones quienes cometen este atentado, la participación de mujeres está comprobada, tanto como cómplices así como también directamente acosadoras

 

 

 

¿POR QUÉ ES TAN GRAVE? 

 

Lo grave de la situación, más allá de la falta de respeto hacia el otro es que el niño o la niña no está pronto para entender qué le está sucediendo. Quien le rodea se vale de palabras dulces, cariñosas, de halago, sus gestos son afectuosos y tiende a acariciar el cuerpo de forma ambigua para no ser rechazado. Cuando la víctima entra en el juego debido a la seducción del mayor, éste comienza un mecanismo de atracción que genera mucha ambivalencia en el niño o niña. Por un lado estos sienten asco por lo que les hacen, pero por el otro hay una estimulación que acarrea un estado de excitación que les perturba.

 

A eso se suma el pedido a veces en forma cariñosa, otras violenta o amenazante de no contar lo que está ocurriendo, por lo que las conductas comienzan a cambiar, lo cual debe dar la señal de alerta a los familiares

 

 

 

El crimen que se comete ante la víctima indefensa es que, aún no sea mancillado su cuerpo, trastoca el necesario proceso infantil que está llevando a la persona a un descubrimiento paulatino de su propia sexualidad, provocando además sentimientos ambivalentes de rechazo hasta sí mismo, por sentir que está haciendo algo malo que él se acusa de cometer

 

 

 

Una paciente abusada por un mayor de la familia, cuando confiesa lo que ocurre recibe el rechazo de su madre, quien la acusa de ser ella la que provocaba al mayor. Pasados los años, aún la progenitora sigue defendiendo a quien cometió la falta, y culpando a la niña, hoy mujer, de lo ocurrido durante un tiempo prolongado. Este tipo de conducta es, lamentablemente, más común de lo que se cree

 

 

 

FRENTE A LA CONSUMACIÓN, ¿QUÉ HACER? 

 

Ante todo, oficiar de soporte afectivo ante la víctima. No victimizarlo más. La familia es fundamental para que se proteja de la exposición, pero también recupere su autoconfianza y autoestima. Para ello es necesario contar, también, con profesionales, en especial psicólogos para que pueda tener los ámbitos necesarios en los que drene la angustia que le provocó la situación vivida

 

 

 

SÍNTOMAS VISIBLES DE UN NIÑO ABUSADO 

 

Los siguientes síntomas cuando comienzan a notarse en un niño o niña, o adolescente deben ser tenidos en cuenta. También debe saberse que no siempre la víctima está pronta como para confesar lo sucedido, por lo que no debe agregársele más angustia acosándolo también para que confiese porque ello lo llevará a un retraimiento o alejamiento de quienes desean saber la posible verdad.

 

Debe tratarse de un proceso donde la confianza prime, y en ese clima de afecto, pueda ir expresando lo ocurrido

 

 

 

EN LO FÍSICO 

 

Pueden aparecer dificultades para sentarse o caminar, lesiones inesperadas que se señalan como golpes provocados por la misma persona, desgarros, irritación en la zona genital o anal, infecciones genitales, dificultades urinarias, embarazo, restos de esperma, hemorragias, hematomas, especialmente en genitales, ropa interior manchada, entre otros

 

 

 

EN LO ANÍMICO Y EL COMPORTAMIENTO 

 

Deseos compulsivos de masturbación o erotización hacia los demás, mostrando su cuerpo, interés mayor hacia lo sexual, deseos de seducir, depresión, aislamiento, vergüenza, pérdida de interés, de apetito, anorexia o bulimia, comportarse como más chico de lo que es, pérdida de control en los esfínteres, dificultades al soñar, pesadillas, no poder dormir, excitación y pánico en la oscuridad, angustia, llanto, agresividad ante posibles acercamientos, bajo rendimiento en el estudio, acciones delictivas, intentos de suicidio, cambios abruptos de conducta, consumo de alcohol o drogas, hiperactividad, problemas de identidad sexual . También puede descubrirse el abuso sexual infantil en los dibujos, los juegos o los relatos

 

 

 

CONSECUENCIAS

 

Siempre son graves, y deben ser tratadas en ámbitos especializados

 

A largo plazo, en la adultez dificultades de establecer una pareja estable, disfunciones sexuales, trastornos psicosomáticos, trastorno de la personalidad, dificultades para identificarse con su propio sexo, depresión, ansiedad, baja autoestima, fobias sexuales, incapacidad de tener orgasmos, ir hacia la prostitución, ser víctimas de violaciones. Tender a convertirse en abusador o abusadora

 

 

 

¿CÓMO PREVENIRLO?

 

No es sencillo. Pero se debe estar alerta ante comentarios del niño o niña, en relación a personas cercanas. Establecer diálogo y fomentar la confianza. Evitar la acusación y averiguar por nuestra cuenta cuánto de real puede haber en lo que dice la posible víctima para, una vez comprobado, actuar en consecuencia.

 

Estar atento cuando se note el manoseo de mayores a menores, el sentarse en la falda de adultos, el besuqueo.

 

Enseñarle al niño o niña a saber decir NO, cuando sientan que el mayor se torna con conductas que no comprende, y lo induce a lo que no entiende

 

Hablar mucho y claramente sobre sexualidad

 

Escucharlo cuando pregunte y responder siempre con la verdad, en un lenguaje adecuado a su comprensión