BLOQUEOS AL POTENCIAL CREATIVO EN LOS PRIMEROS AÑOS DE VIDA.

A través del presente trabajo, se hace una breve recorrida por los momentos más decisorios en la evolución del niño, luego devenido en adulto, observando las dificultades que se le van presentando cuando la presión de la ideología familiar, el descubrimiento de una realidad ajena a él, la valoración negativa que recibe de sus excrementos, y la prohibición del goce sexual, porque tiende al incesto hacen que sus primeros años de vida, los más importantes para la constitución de su personalidad generan frenos a su potencial creativo, un potencial no necesariamente vinculado a la producción de lo artístico, sino a la capacidad innata del ser humano de generar situaciones nuevas, de dar respuestas a las dificultades que se presentan, a modificar, en suma, la realidad.

(Depositaciones familiares; no-yo; excrementos y prohibición del incesto)

Psic. Andrés Caro Berta 

 (Trabajo presentado en el 1er. Congreso del Taller de Montevideo, “La creatividad en el aquí y ahora) 1994 Sindicato Médico del Uruguay.

SÍNTESIS

A través del presente trabajo, se hace una breve recorrida por los momentos más decisorios en la evolución del niño, luego devenido en adulto, observando las dificultades que se le van presentando cuando la presión de la ideología familiar, el descubrimiento de una realidad ajena a él, la valoración negativa que recibe de sus excrementos, y la prohibición del goce sexual, porque tiende al incesto hacen que sus primeros años de vida, los más importantes para la constitución de su personalidad generan frenos a su potencial creativo, un potencial no necesariamente vinculado a la producción de lo artístico, sino a la capacidad innata del ser humano de generar situaciones nuevas, de dar respuestas a las dificultades que se presentan, a modificar, en suma, la realidad.

 

INTRODUCCIÓN

  Cada etapa, cada fase en el desarrollo del niño tiene sus características propias, dadas por la libidinización de distintas zonas corporales y a través de los vínculos que establece ese nuevo ser consigo mismo y con lo externo a él.

Pero, este proceso de socialización del ser humano, ese entramado que nos contiene y a su vez nos limita, no se inicia luego de nuestro nacimiento.

Esa red de depositaciones empieza a gestarse cuando nuestros padres inician el proceso de ideación de tener un hijo.

A través del presente trabajo, haremos una breve recorrida por los momentos más decisorios, a nuestro entender, aunque no los únicos, en la evolución del niño, luego devenido en adultos, y las dificultades que se le van presentando cuando la presión de la ideología familiar, el descubrimiento de una realidad ajena a él, la valoración que recibe de sus excrementos, y la prohibición del goce sexual, porque implícitamente tiende al incesto, hacen que ese niño, en sus primeros años de vida, los más importantes para la constitución de su personalidad, tenga ya frenos a su potencial creativo, no necesariamente vinculado esto con la producción de lo artístico, sino con la capacidad innata del ser humano de generar situaciones nuevas, dar respuestas a las dificultades que se le presentan, a modificar, en suma, la realidad.

 

DEPOSITACIONES FAMILIARES

Comencemos con el primer punto.

Cuando aún somos un proyecto, o nos encontramos creciendo dentro de nuestra madre, ésta, nuestro padre, abuelos, tíos, amigos, motivados por la expectativa hacia el nuevo ser, la necesidad de trascenderse  y el deseo que en ese recorrido llevemos características propias de quienes nos rodean, comienzan habitualmente por manejar qué nombre vamos a llevar el resto de nuestras vidas.


Es así que, una vez nacidos, pasaremos a ser “el altar del cielo”, es decir Araceli; o “el represor”, es decir: Darío; “el más grande Emiliano “que equivale a señalar al varón más importante de la gens Aemilia, es decir, Maximiliano, por nombrar al azar tan solo algunos nombres.

 

Esto unido a la necesidad de mantener vivos a muertos ilustres de la familia, o buscando perpetuar determinados acontecimientos o personales importantes para los dos padres, o para alguno de ellos, y a veces, para ninguno de los dos, pero sí para alguien que detenta el poder en la familia.

En un trabajo anterior, relataba cómo una paciente presicótica es sistemáticamente rechazada por su madre durante la infancia. En la adolescencia se entera que su nombre había sido puesto por su padre, en recuerdo de una novia que tuvo y que nunca pudo olvidar, lo que llevó a la esposa a asociar a su hija con esa mujer, y así rechazarla.

 

Y preferimos en este trabajo, no entrar a analizar los motes, sobrenombres y calificativos que nos individualizarán, a veces, con más fuerza que los nombres propios.

 

Las depositaciones familiares también alcanzarán a las marcas de fábrica, necesarias a la hora de saber que el recién llegado no es un hijo bastardo: la mirada del padre, la nariz del abuelo, la boca de la madre, el mal genio del tío, lo sumiso de la abuela.

 

Y en lo íntimo de la pareja de padres, y en cada uno por su lado, las frustraciones propias volcadas en el niño, encargado de limpiar el vapuleado honor de los adultos. · “Éste sí va a ser un campeón”, “Espero que no salga como el padre”, “Yo quiero que haga todo lo que yo no pude hacer”, son algunos de los tantos ejemplos. Supongo que cada uno de nosotros puede revisar, sin mucha complicación, historias personales al respecto, como padres o como hijos.

 

Depositaciones que en el mejor de los casos, finalizarán en la infancia.


LISTA INCOMPLETA DE CALIFICATIVOS

 

¿Quién de nosotros no recibió algún calificativo como los que siguen?:

Tarado de mierda, maricón, te voy a reventar, el día que naciste se rompió el molde, vos no merecés los padres que tenés, cagón, y quedate contento que te deje al lado mío, si seguís así te echo de casa, es para escupirte la cara, sos para comerte todo (toda), qué fiesta me haría contigo, mamita, papito, vos no servís para nada, un día me llevo todo y te dejo plantado, yo soy mucho para vos, vos no hables que no sabés nada, silencio que habla el inteligente, tipos como vos no merecen estar vivos, algún día vas a saber lo que es bueno, mi amor, mi cielo, mi vida, sos un bombón, estás para chuparte toda(o), no toques nada que te pasás rompiendo todo, pobrecito, no tenés suerte para nada, quién me mandó meterme contigo, muñeco (a), bebé, nene, sos el (la) mimoso (a) de mamá (papá), sos igual a tu…, no hay caso, quien lo hereda no lo roba, infeliz, sos un perdedor, no le hagas caso a nadie, haceme caso a mí que yo te quiero, nunca nadie te va a dar lo que yo te doy, vos sos mío (a), sos un (a) degenerado (a), para lo único que servís es para…, no servís para nada pero igual te quiero, sos un tronco, ¿y vos, de quién sos?, sos malo (a), eh…, vos a mí no me querés, sos un anormal, vos no querés ni a tu madre, pensar todo lo que me he sacrificado por vos, no sé qué vas a hacer el día que yo me muera, los hombres (las mujeres) son todos (as) iguales, sos una heladera, a vos no te entran ni las balas, vos sos el mejor, como vos no hay, el día que me abandones, me pego un tiro, MI hijo, TU hijo, cuando naciste, casi me muero, sos un podrido (a), desde que naciste nuestra pareja se vino abajo, a veces parece que no fueras mi hijo (a) , sos una basura, me das asco, sos lo que más quiero en la vida, sin vos, la vida no tiene sentido, no sabés nada, nunca serviste para nada, tu padre es…, tu madre es…, nunca vi a un (a) tipo (a) más torpe que tú, vos no podés, dejá que lo hago yo, sos un (a) flojo (a), no me hagas caso, vas a ver, vos siempre hiciste lo que quisiste, para qué uno se mata en la vida, vos no querés a nadie, gil, el día que seas grande y no tengas el apoyo mío, vas a ver lo que es bueno, cuando eras chico me sacaste toda la leche, cuántos quisieran tener padres como nosotros, sentite agradecido (a), los únicos que te quieren incondicionalmente son tus padres, no nos defraudes, nunca vas a llegar a nada, me das lástima, toda la plata que gastamos contigo, a mí no me podés hacer eso, sos lo peor que hay, sos lo peor que hay pero igual te quiero, yo no sé si te voy a bancar hasta los dieciocho años, ¿vos con proyectos?, sos una bestia, con el perdón de las bestias, siempre soñe con un hijo como vos.

 

Primer punto, entonces, las depositaciones familiares.

 

EL DESCUBRIMIENTO DE UNA REALIDAD AJENA A UNO

 

Pasemos al segundo punto.

Nuestros primeros contactos con el mundo son a través de lo que creemos, forma parte de nosotros. Como señalan Melanie Klein y Winnicott, en determinado momento comenzamos a sospechar, y luego a confirmar que aquello que creíamos parte de nuestro cuerpo, ese pecho bueno que me da alimento y ese malo que lo quita, no nos pertenece.

Winnicott señala que ante la angustia del descubrimiento del No- Yo, en oposición al Yo, el bebé descubre una zona intermedia entre el pecho y nuestra boca, cundo ambos están alejados entre sí. En esa denominada “tercera zona”, el espacio generado hay que llenarlo de alguna forma. Como respuesta a la angustia, el bebé creará vínculos con objetos transicionales como ositos, puntas de frazadas y otros, que atemperan el estado angustioso.

Para Winnicott, en esa tercera zona, se da el primer acto creativo del ser humano.

Esa distinción entre el adentro y el afuera, entonces, entre lo que ocurre dentro de nosotros, nuestros fantaseos y nuestras fantasías con respecto a la realidad, y el contacto con lo real, nos acompañará durante toda la vida. El manejo que podamos hacer de ello, será de suma importancia para nuestra propia salud.


Laing propone un ejercicio para poder entender mejor el concepto de “adentro y afuera”, coincidente con el de “Yo y No Yo”.

Dice así: 1 - Trague la saliva que hay en su boca.

2 – Sorba el agua de un vaso y tráguela.

3 – Escupa en el vaso y trague la escupida junto con el agua.

4 – Sorba un poco de agua, vuélvala a vaso, sórbala de nuevo y tráguela.

El propio Laing señala la repugnancia que nos generan, en especial, la tercera y cuarta operación.

 

Por cierto que ello se complica porque ese límite es permeable a los afectos, las fantasías, los deseos, los valores que deriva den que esa barrera se desdibuje.

“Yo sé que no es cierto – afirma una paciente – pero enfrente de casa, una pareja de militares apunta todos los días un arma de rayos laser hacia mi casa, y según me acueste, logra penetrarme o no”

 

Segundo punto, entonces, relativo a los bloqueos a nuestro potencial creativo, el descubrimiento de una realidad externa a mí, Yo y No Yo, y su mal manejo.

 

VALORACIÓN NEGATIVA DE LOS EXCREMENTOS

 

En ese desarrollo psicosexual por el que transita el niño, vamos introduciéndonos en el tercer punto.

Cuando la libido se deposita en la zona anal, se inicia un vínculo con los excrementos, muy especial y de extrema importancia, el cual, generalmente, es valorado negativamente por los mayores. La caca es considerada por el niño como el primer producto que, salido de su cuerpo, puede dar forma. Ese descubrimiento lo lleva a manipularlo, buscando brindarlo como un regalo para los padres.

 

Pero la cultura es implacable con las heces.

 

Esa materia fecal asociada con la gestación de los niños, que forma parte de las teorías relativas a la concepción y nacimiento a través del aparato digestivo, es censurado –cabría preguntarse el por qué- asociando situaciones cotidianas con el manipuleo de la materia fecal.

La madre, caminando por la calle ve que su hijo toma un papel del piso y le dice enérgicamente: “Eso no se toca. Es caca”


Así pariremos con dolor nuestras heces, o con placer, seremos retentivos o expulsivos en nuestra cotidianeidad.

 

Cabría preguntarse el por qué la mayoría de las religiones explican el origen del Hombre, partiendo del barro.

Justamente, el barro y la plasticina actuarán como reparadores de ese equívoco contacto con ese material de desecho de nuestro cuerpo.

 

 

EL DESCUBRIMIENTO DE LOS GENITALES

 

Y así avanzamos hacia el cuarto punto. El niño desplaza la atención a otra zona corporal. Los genitales se cargan de libido, y la curiosidad lleva a la manipulación de estos. El acto normal de tocarse los genitales es censurado por los adultos y la prohibición se instala. “Eso no se toca – dice el adulto – Eso es feo. No se hace” Otros son más explícitos con la censura.

Obsérvese que el diccionario nombra las partes pudendas como “las partes naturales o vergonzosas. Las de la generación”, siendo nombrado así antiguamente el miembro viril. Pudendo deriva del latín “pudendus”, pudendo, vergonzoso, torpe, lo que debe causar pudor o vergüenza, con igual significado en nuestro idioma.

 

EDIPOS, INCESTOS…

 

Con ese bagaje vamos arribando a la fase edípica, donde la libido la volcamos hacia fuera de nosotros, depositándola en alguno de nuestros padres, o de quienes hagan de tales.

Nuestros padres, aún en su ausencia o rechazo, son nuestros primeros modelos identificatorios. Y el enamoramiento es una consecuencia natural.

Pero el incesto ronda y se le debe contener. Las distintas sociedades a lo largo de la historia han tenido presente este tema, incluso los egipcios, ya que dicho vínculo estaba reservado a la familia real.

El incesto, palabra latina opuesta a CASTO, es decir, lo impuro, mancillado, criminal, prohibido, es controlado pero no puede evitarse que perdure en la fantasía.

La paciente se siente impotente de culminar su carrera, de ser creativa en su pareja, de tener hijos. Quiere pero le teme. Se autocastiga. Expresa sentimientos desvalorizantes: “No sirvo para nada, todo lo hago mal” En el transcurso de las sesiones surge la conflictiva con su padre que la abandona (junto a su madre) en pleno proceso edípico, para irse con otra mujer. El abandono aún no ha sido superado.

La pregunta, entonces, ¿por qué la sexualidad es la actividad más estigmatizada, más censurada, más controlada? ¿Por qué la necesidad de controlar el deseo? ¿Cuál deseo? ¿El que se manifiesta notoriamente a los tres, cuatro años, pero que tiene sus antecedentes en nuestros primeros escarceos eróticos con ese pecho devenido en madre?

 

SEXUALIDAD VERSUS CULTURA

 

En todo este proceso, lo que está omnipresente es la necesidad de prohibir el placer.

Y si la capacidad creativa – creadora está indisolublemente ligada a lo sexual (la sublimación de lo sexual – señala Freud – deriva en la producción de cultura), y si lo sexual está frenado, legislado, reprimido, censurado, normatizado, decretado en todos los puntos de la Tierra y en todas las épocas (de distinta manera según la visión de cada cultura), si no podemos establecer una buena conexión con nuestra sexualidad, si la vivimos con culpa, si reprimimos nuestros afectos, las caricias, los sentimientos, ¿cómo podemos pensar que no tengamos dificultades con respecto a nuestra potencialidad creativa?

Así nos vaya en lo sexual, en el más amplio sentido y no reprimiéndolo a lo genital, aunque y también gozosamente en ello nos irá en relación a lo creativo de nuestra cotidianeidad.

 

CREATIVIDAD Y SEXUALIDAD

 

¿Tiene que ver la creatividad con la sexualidad, entonces?

Veamos el origen del vocablo. Tanto la palabra CRIAR como CREAR parten del latín, del verbo CREARE.

Obsérvense los contenidos de ambas palabras.

CRIAR  es producir algo de la nada, dar ser a lo que antes no lo tenía. También nutrir y alimentar la madre al hijo con la leche de sus pechos. También instituir, educar y dirigir.

CREAR, en tanto es sacar o producir algo de la nada. Criar por alimentar. Erigir o instituir alguna nueva dignidad o empleo.

La palabra que ingresa primero a nuestro idioma es CRIAR en el 1097, en tanto CREAR comienza a utilizarse por vía culta en la Edad Media. Los derivados de CREAR hacen su aparición recién en 1611: creación; creador en 1679 y creativo durante el siglo XVIII.

Como decía anteriormente, ambas palabras CRIAR y CREAR parten de la misma raíz latina CREARE que se define como engendrar, producir, dar el ser, alumbrar, dar a luz, parir, ocasionar, causar.

Esta búsqueda etimológica de CREATIVIDAD resulta por demás interesante ya que siguiendo estas huellas, se torna evidente la vinculación entre CREATIVIDAD Y SEXUALIDAD.

Es el producto de la sublimación del vínculo genital y su resultado, los hijos. Daremos a luz libros, pinturas, canciones, generaremos cultura.

 

BLOQUEOS A LA CREATIVIDAD

 

Sintetizando entonces, si en cada fase de nuestro desarrollo infantil encontramos la censura, lo clausurante, el prejuzgamiento a los descubrimientos que hacemos de nuestros vínculos con la realidad, si no se nos acompaña en esas situaciones difíciles por las que transitamos, ¿cómo podemos sentirnos luego con la potencialidad desarrollada, la capacidad de innovar, de encontrar caminos nuevos donde no los había…?

Pero, como nosotros somos los vasos comunicantes de la ideología familiar, seremos los encargados de la transmisión de los valores internalizados acríticamente. Haremos lo que nos hicieron y lo que nos dijeron que hay que hacer, en ese marco familiar, so pena de la marginación del mismo.

Lo que nos lleva a una reflexión con la que concluimos:

 

Si tenemos un promedio de vida de cincuenta, sesenta, setenta años, todo lo que vivimos en eses primero años, ¿no resulta demasiada carga para vivir tan pocos años?